“Sócrates- Pero dime, por Zeus, eso que acabas de afirmar que sabes tan bien. ¿Qué es lo piadoso y qué lo impío por lo que se refiere al robo y otras cosas? ¿No es acaso lo piadoso algo semejante en cada acción, mientras que lo impío, por otra parte, es siempre lo contrario de lo piadoso e idéntico a sí mismo? ¿Acaso todas las cosas impías no poseen una única Forma intrínseca a su propia impiedad?... Amigo, en realidad no me has contestado con exactitud cuando te pregunté antes qué es lo piadoso. Me has dicho que lo estabas haciendo – perseguir a tu padre por ladrón- era piadoso.
-
Y estaba en lo cierto, Sócrates.
-
Posiblemente. Pero ¿estarías de acuerdo
conmigo también en que hay otras muchas cosas piadosas?
-
Desde luego que las hay.
-
Recuerda entonces que no te he pedido
que me mostraras una o dos cosas piadosas entre muchas, sino la Forma misma que
da a las cosas su cualidad de piedad. Has convenido conmigo que las cosas
impías, y las piadosas, piadosas precisamente en virtud de una Forma. ¿Lo
recuerdas?
-
Si.
Dime, pues, cuál es la
naturaleza de esta Forma de modo que pueda yo, mirando a ello y usándola como
patrón, llamar piadosa a cualquier acción o de cualquier otro que lo sea, y
pueda también afirmar que no es piadoso lo que no lo es”
No hay comentarios:
Publicar un comentario