“Es, pues, semejante el alma
cierta fuerza natural que mantiene unido un carro y su auriga, sostenidos por
alas. Los caballos y aurigas de los dioses son todos ellos buenos y
constituidos de buenos elementos; los de los demás están mezclados. En primer
lugar tratándose de nosotros, el conductor guía una pareja de caballos;
después, de los caballos, el uno es hermoso, bueno y constituido de elementos
de la misma índole; el otro está constituido de elementos contrarios y es él
mismo contrario. En consecuencia, en nosotros resulta necesariamente dura y
difícil la conducción.” (Platón, Fedro,
246 a-b).
“Por necesidad, entonces, de entre los regímenes políticos, al parecer, es recto por excelencia y el único régimen político que puede serlo aquel en el cual sea posible descubrir que quien gobierna son en verdad dueños de una ciencia y no sólo pasan por serlo; sea que gobierne conforme a leyes o sin leyes, con consentimiento de los gobernados o por imposición forzada, sean pobres o ricos, nada de esto ha de tenerse en cuenta para determinar ningún tipo de rectitud” Político 293 d.
“En lo concerniente a los
honores, mirará en el mismo sentido;
participará y gustará voluntariamente de aquellos que crea que pueda mejorarlo,
pero en cuanto aquellos que disuelven el estado habitual de su alma, los
rehuirá en público y en privado”
República Libro IX 592 a
“No hay ocupación
entre las concernientes al gobierno del Estado que sea de la mujer por ser
mujer ni del hombre en tanto que hombre, sino que las dotes naturales están
similarmente distribuidas entre ambos seres vivos,, por lo cual la mujer
participa, por naturaleza, de todas las ocupaciones, lo mismo que el hombre,
sólo que en todas la mujer es más débil que el hombre” República Libro V 455 e
“En este momento, ni tú ni
yo somos poetas sino fundadores de un Estado. Y
a los fundadores de un estado corresponde conocer las pautas según las
cuales los poetas deben forjar los mitos y de los cuales no deben apartarse sus
creaciones; mas no corresponde a dichos fundadores componer mitos-correcto- dijo-,
pero precisamente en relación con este punto: ¿cuáles serían estas pautas
referentes al modo de hablar sobre los dioses?- Aproximadamente estas: deben
presentarse siempre al dios como es realmente, ya sea versos épicos o líricos o
en la tragedia. -Eso es necesario. - Ahora bien, ¿no es el dios realmente bueno
por si, y de ese modo debe hablarse de él?- ¡Claro!- Pero nada que sea bueno es
perjudicial. ¿O no?- Me parece que no puede ser perjudicial...Lo que no
perjudica ¿produce algún mal? -Tampoco- Y lo que no produce mal alguno ¿podría
ser causa de un mal?- No veo cómo...Por consiguiente, dado que Dios es bueno,
no podría ser causa de todo, como dice la mayoría de la gente; sería solo
causante de unas pocas cosas que acontecen a los hombres, pero inocente de la
mayor parte de ellas. En efecto, las cosas buenas que nos suceden son mucho
menos que las malas, y si de las buenas no debe haber otra causa que el dios,
de las malas debe buscarse otra causa”
República Libro II
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