"Deseo que sean consideradas todas estas funciones solo como consecuencia natural de la disposición de los órganos en esta máquina; sucede lo mismo, ni mas ni menos, que con el movimiento de un reloj de pared u otro autómata, pues todo acontece en virtud de la disposición de sus contrapesos y de sus ruedas. Por ello no debemos concebir en esta máquina alma vegetativa o sensitiva alguna, ni otro principio de vida y de movimiento. Todo puede ser explicado en virtud de su sangre y de los espíritus de la misma agitados por el calor del fuego que arde continuamente en su corazón y cuya naturaleza no difiere de la de otros fuegos que se registran en los cuerpos inanimados" Descartes, Tratado del hombre.
lunes, 5 de mayo de 2014
El animal máquina
"Deseo que sean consideradas todas estas funciones solo como consecuencia natural de la disposición de los órganos en esta máquina; sucede lo mismo, ni mas ni menos, que con el movimiento de un reloj de pared u otro autómata, pues todo acontece en virtud de la disposición de sus contrapesos y de sus ruedas. Por ello no debemos concebir en esta máquina alma vegetativa o sensitiva alguna, ni otro principio de vida y de movimiento. Todo puede ser explicado en virtud de su sangre y de los espíritus de la misma agitados por el calor del fuego que arde continuamente en su corazón y cuya naturaleza no difiere de la de otros fuegos que se registran en los cuerpos inanimados" Descartes, Tratado del hombre.
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